jueves, 12 de agosto de 2010

ESTAMBUL

Esta mañana, cuando me he despertado... he abierto los ojos y he pensado: ¿Dónde estoy?, y... segundos más tarde, me ha venido a la cabeza otra pregunta... ¿En que país?. Al único que he reconocido ha sido a Alberto, dormido en la cama de al lado...




Ayer la mayoría de la gente se quedó por el centro dando una vuelta y tomando copas, pero yo me volví al hotel con Pablo y Rocio (nos llevó en taxi el primo de Fernando Alonso... toda una experiencia...).

El calor que hace aqui no es normal... a las doce de la noche, llevas toda la ropa pegada, el pelo mojado y la cara humeda... Uuuuuf!!!. No puedo soportarlo...!!!.

Por la mañana habíamos quedado para ir a visitar Estambul, algunos se hicieron los "remolones" pero... al final conseguimos salir del Hotel y montarnos en un taxi (éste era primo de Carlos Sainz...).


No os podéis hacer una idea de lo que es... estar al sol aqui... Me muero de calor!!!. Casi no puedo respirar... tengo la tensión por los suelos... y... toda la ropa empapada... Grrrrrrrrrrrrr... Que mal!!!.


Llegamos al Palacio de Topkapi... y es cierto que impresiona. A mi me impresionó por tres razones: Por el Palacio, por los jardines y... por las pedazo de colas que había que hacer bajo el sol.


Lo primero que visitamos fue el Harem. Está dentro del Palacio, pero como has de pagar, de nuevo, para poder entrar... la fila de gente era menor y allí que nos fuimos.


En el Harem, era donde vivían las mujeres y concubinas del sultán. Y... allí estabamos las tres lunáticas, visitandolo con nuestro "Sultán Alberto".

El Harem es muy interesante. Las estancias están lujosamente adornadas y los baños a mi me impresionaron... sobretodo los grifos de oro, la famosa taza turca o el agujero en el suelo. Para aquella época todo un lujo...!!!.

Mires donde mires... hay un azulejo hecho a mano tan bonito como el de al lado, una ventana cuidada hasta el último detalle, un pasamanos tallado a mano, un árbol que da sombra a un banco de mármol... Menudo trabajo y que paciencia!!!. Más que nada porque... el palacio tiene 700.000 m²... que no es poco!!!.
Después de cruzar una de las salas, llegas a un balcón que tiene vistas al estrecho de Bósforo o... Estrecho de Estambul. Me quedé un rato observando y... aluciné.
Comparado con el Estrecho de Gibraltar, al que estoy acostumbrada a ver barcos cruzar... Aqui hasta los barcos van a toda máquina!!!.
No saben conducir ni en la tierra, ni en el agua!!!. (fijaos en la estela del agua de la foto...).

Visitamos las salas de los tesoros del Sultán. No me dejaron hacer fotos, pero yo os lo cuento.
El tesoro es uno de los más espectaculares del mundo. Las piezas provienen de ser regalos por mandatarios extranjeros, joyas de los diferentes sultanes, botines de guerra o herencias.
Para que os hagáis una idea... "del nivelón del sultán"... lo que más me impresionó entre muchas de las vitrinas fue:
El puñal topkapi (es el puñal más caro del mundo y está elaborado con oro, diamantes, esmeraldas y piedras preciosas) y... el diamante del cucharero, (el tercer diamante más grande del mundo).

Cuando salimos del Palacio, completamente empapados... nos fuimos dando un "agradable" y "caluroso" paseo hasta el Gran Bazar. (Titi y Almu se fueron por su cuenta, para poder montarse en un Turi-bus).
Cuando yo ya me imaginaba... pegandome con los comerciantes, bajo este sol de justicia y con un ojo en el bolso y otro en la cámara de fotos... cual fue mi sorpresa cuando me encontré en "El Corte Turco".

Con su techo, su aire acondicionado, sus calles amplias, los oficios bien repartidos, sus tenderos que te lanzan piropos... Mola!!!.
Como los chicos se fueron a comprar polos y camisetas... me fui con Rocio a nuestro ritmo... "bolsos, carteras, pasminas, sedas, colgantes, plata... etc...".
Sin querer, nos perdimos entre las tiendas mirando, pero sin comprar nada y acabamos en una especie de plazita, donde había unos cuantos tomando té.
Entramos y... de una de las esquinas salía un ruido tremendo... como el de una locomotora.
Cuando metimos la nariz en la puerta, apareció un hombre que... con una amplia sonrisa nos invitó a entrar... Waoooooooooooouh!!!.
Era un taller donde se hacían los cordones trenzados, con hilo de oro y plata, para los ribetes de los trajes... Utilizaban un sistema muy rudimentario, con poleas en el techo, cintas que iban de un sitio a otro, madejas que volaban de lado a lado, ruedas que chirriaban, y miles de hilos que cruzaban de lado a lado para terminar en una caja siendo ya una madeja de trenzas... increible!. Me encantó verlo...!!!.
Se nos pasó la hora de comer, y por fin!!!. Por fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!!! pude comer algo en la calle, típico, barato y de pie!!!. Que ilusión!!!.

Vivan los Kebap a pie de calle..!!!.


Continuamos descubriendo la ciudad paso a paso... hasta por la tarde. Habíamos quedado con todos los Xplores en el hotel, porque.... ya habíamos llegado casi todos. (Faltan el equipo de los chicos de León, que se han quedado con el coche roto entre Grecia y Croacia... pobres....).


Ah!. se me olvidaba... ya sé el secreto de los Turcos!!!.
Porque la gran mayoría están tan delgados, no sudan y parece que tienen todos la misma edad!!!. Lo descubrí en una tienda de alimentación típica de barrio, entre calles llenas de gente.
Observar lo que pone en la etiqueta:
"PARA AQUELLOS QUE QUIEREN SER JOVENES, FUERTES MENTALMENTE Y CON NERVIO. PARA CADA ANCIANO QUE SUEÑA CON VOLVER A DISFRUTAR DE SU JUVENTUD".

Estuve a punto de comprar un bote... pero vi tan colocados los frutos secos que... me imaginé que tanto orden vendría de la "mano del hombre". Me imaginé la situación y... me dio un poco de respeto... la verdad...
Cuando llegamos al hotel, nos dimos una ducha y bajamos todos a la entrada del hotel para hacer unas "pocas" fotos.

Menudo mérito... ahora en frio lo piensas y... MENUDO PALIZÓN NOS HEMOS DADO y QUE GRAN AVENTURA!!!.
Estoy tan cansada que... ni me apetece hacer fotos... os aseguro que este "pequeño detalle" significa mucho para mi... dejé la cámara a Patricia y le dejé que hiciera todas las fotos que quisiera, porque yo ya ni podía con el peso de la cámara de fotos.


Antes de cenar nos tenían preparado un baile típico turco: LA DANZA SUFÍ DE LOS DERVICHES TURCOS.

Después de cenar, muchos se fueron al centro a tomar una copa... pero... yo no me encuentro bien... y me fui a la cama, (os prometo que disimulo la sonrisa, porque no puedo con mi alma... me duelen todos los huesos de mi cuerpo!!!.).

Me gustó muchísimo volver a ver esta danza (la había visto bailar antes en Egipto con mi padre, me impactó mucho en ese momento y esta vez... también. Será que estoy "blandita" y todo me afecta... jajajjajaa!).

Os dejo aqui la historia de esta danza, porque... es preciosa y creo que os va a gustar. Un poco larga, pero curiosa...

Un cuento sufí del siglo XIII narra que, en una ocasión, un sabio manifestó que "la música es el chirrido de las Puertas del Paraíso".

Una persona cerrada de mente contestó: "No me gustan los chirridos de las puertas", a lo que el sabio respondió. "Oigo las puertas cuando se abren, pero tú las oyes cuando se cierran".

El sufismo es una corriente mística del Islam, que engloba a unos 50 millones de personas de todo el mundo. Su propósito es inspirar una unión entre los seres humanos y Dios, mediante la elevación del alma a unos estadios más avanzados de conciencia. Además de esta faceta espiritual, el sufismo ha dado lugar una rica cultura, en forma de música y poesía, que se ha desarrollado en diferentes ámbitos y países, siendo especialmente destacables a este respecto los ejemplos de Turquía, Pakistán y Senegal.

Esto se explica por el hecho de que la expresión emocional de la fe se intensifica no sólo a través de la meditación, sino también mediante técnicas artísticas como la música, la poesía y la danza.

La mayoría de los sufíes están organizados en tariqas u órdenes, que han creado elaborados rituales de recitación, que incluyen danzas destinadas a generar estados místicos que faciliten el camino de los iniciados (muridin) hacia la unión con Dios.

Los sufíes más conocidos a nivel internacional son, sin embargo, los derviches de la Orden Mevlevi, que son famosos por sus danzas giratorias que realizan con el acompañamiento de poesía cantada del Mathnawi, la obra de uno de los más importantes sabios sufíes de todos los tiempos.

Rumi pasó a ser conocido con el nombre de Mevlana (maestro) por sus seguidores porque les enseñó un método de perfeccionamiento espiritual. Este método incluye tres elementos que trascienden las barreras de la comunicación humana: la música, la poesía y el recuerdo.

La combinación de estos tres aspectos tiene lugar en la ceremonia de la danza giratoria (Sema).

La Sema, compuesta por siete partes, representa el viaje místico de un individuo hacia Dios. La ceremonia intenta reflejar la naturaleza giratoria de todo lo que se encuentra en la naturaleza, desde las galaxias a los átomos.

Mediante la Sema el sufí llega al conocimiento de la Verdad, lucha contra su ego y abraza la perfección. Cuando regresa de su viaje espiritual, lo hace como alguien que aspira a servir con amor y entrega a toda la creación.

En lo que se refiere a las largas ropas blancas que los derviches llevan en la Sema, éstas representan mortajas para el ego; los largos gorros en forma cónica simbolizan tumbas de piedra para ese mismo ego. Durante la danza mística, que puede durar horas, el derviche mantiene el brazo derecho levantado para recibir simbólicamente las bendiciones y energía de lo alto, mientras que el izquierdo está inclinado hacia abajo con el fin de derramar las bendiciones recibidas sobre la tierra.

Los derviches forman un círculo y cada uno de ellos se mueve en armonía al ritmo de la música, aumentando lentamente la velocidad e intensidad de los movimientos hasta que todo termina en una cumbre de exaltación espiritual.

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